Capítulo 32: Viaje a Chile en Motorhome e inauguración de Telesilla Del Bosque.

A principios de 1995, preparábamos nuestra próxima expedición en la casa rodante. Esta vez, salimos hacia el Norte con el proyecto de entrar en Chile por el Paso Tromen, al pie del Volcán Lanín. Mamy se quedó en Andalué, en compañía de Betty, esperando nuestro regreso.

Pasamos la primera noche a orilla del Río Malleo, donde Édouard hizo sus primeras pruebas de pescador, sin éxito, pero sin perder la esperanza.

Hélène y Édouard con el Volcán Lanín en el fondo.

Después de esta noche, antes de dirigirnos hacia Chile, pasamos a visitar la escuela/hogar del Malleo, fundada por el Padre Barreto, pero dirigida en esta época por una congregación de Hermanas Francesas. En la década de 1960, el Padre Barreto había construido este hogar con ayuda de algunos voluntarios y unas donaciones, especialmente para los chicos de los campesinos que viven con sus cabras en lugares aislados de la Cordillera. Estos chicos sufridos encontraban allí una verdadera segunda familia, a tal punto que cuando llegaba la época de las vacaciones, muchos no querían irse. Allí, se desarrollaban en un ambiente sano, con aprendizaje de la lectura y de algunas nociones del cultivo vegetal, acompañado de una buena alimentación. Después de esta visita, nos dirigimos al oeste, en dirección del Lanín y de la frontera con Chile.

Acercándonos al Volcán Lanin.

La oficina de aduana no era más que una casita, dónde unos gendarmes estaban contentos de vernos y admiraban nuestro Motorhome. Antes de pasar el límite internacional, cruzamos el pintoresco Parque Nacional de las Araucarias. Del lado chileno, nos encontramos con un camino muy angosto con fuertes pendientes y muchas curvas dónde era imposible cruzarse con otro vehículo. En un momento, nos encontramos de frente con un camión chileno. Su chofer, amablemente hizo una difícil marcha atrás para dejarnos pasar. Después de varias vueltas del volante, llegamos al pueblo turístico de Pucón, dónde pudimos hacer engrasar nuestro vehículo.

Édouard controlando el engrase.
Édouard y Hélène alimentando las aves de Doña Weisser.

En Pucón pasamos por la granja de nuestro maquinista Heraldo Weisser. Su mujer estaba muy agradecida de nuestra visita, nos mostró su criadero de aves y nos ofreció estacionar nuestra casa en su terreno.

El día siguiente visitamos la majestuosa iglesia de Panguipulli, construida totalmente de madera, con la colaboración gratuita de decenas de carpinteros. Inaugurada en 1947 por el padre capuchino Bernabé de Lucerna (Suiza), promotor de esta linda obra arquitectónica, copia de una capilla de su tierra natal, y hoy hermoso legado capuchino y gran atractivo turístico de la zona.   

La imponente iglesia de Panguipulli con sus 3 torres.

En Villarica, no podíamos dejar de conocer el Centro de Esquí ubicado sobre el faldeo del Volcán Villarica. Esperábamos encontrar algo mejor, pero hay que entender que la forma cónica de un volcán no se presta para ofrecer muchas variedades de pistas. No tenía comparación con el Cerro Bayo.

Después de visitar el dique que produce la electricidad de la zona, llegamos al atardecer al fundo Raillén de Michel y Françoise Van Ginderdeuren y sus hijos, que nos invitaron a aprovechar la pileta de natación. Después de la cena, Edouard y Sophie nos ofrecieron una pieza teatral del lejano oeste.

Terminamos nuestra expedición pasando por Osorno, dónde hicimos algunas compras antes de cruzar la Cordillera por el Paso Cardenal Samoré y reencontrarnos con Mamy, feliz de saber que habíamos aprovechado estos días de vacaciones.

En el Cerro Bayo, nos esperaba el trabajo. No podíamos perder un solo día si queríamos inaugurar la Telesilla del Bosque el próximo invierno. Para eso había que terminar todos los cimientos antes de fin de marzo y terminar el montaje antes de fin de abril. La firma Bartholet nos había mandado los planos, pero la realización del hormigón de la rueda de retorno nos parecía sumamente difícil, además se encontraba en un lugar incómodo. Por suerte apareció el hijo de Heraldo Weisser, Gerardo, excelente albañil que puso su amor propio para enfrentar ese desafío.

A la derecha: Gerardo Weisser con su complicada realización.
Marzo 1995, Ricardo Sánchez y Luis Vergara, durante la colocación de una de las torres.
Ricardo Sánchez y Raúl Elgueta desarmando los encofrados.
Abril  de 1995, Heraldo Weisser y Francisco Gaete durante el armado de la rueda de retorno.
Abril de 1995, terminación de la Estación Motor.

También teníamos que aprovechar los días de buen tiempo para hacer los mantenimientos de los otros medios de elevaciones.  Y tampoco podíamos dejar de lado algunas reuniones sociales, como el casamiento de la hija de nuestro socio Fana Firpo.

Florencia Firpo y Keen Van Ditmar, se casaron en el Valle Encantado del Río Limay, acompañados de una multitud de familiares y amigos. El papá Van Ditmar, imponente agente inmobiliario de Bariloche, había organizado magníficamente esta ceremonia con la construcción de una capilla, inaugurada en esta ocasión. Sin olvidar naturalmente el tradicional asado.

Durante ese verano, el amigo Jorge Belloni, apasionado esquiador y socio de la Asociación Cerro Bayo, nos pidió autorización para construir un refugio/restaurante con las mismas condiciones que Roberto y Mirta Schulz. O sea 10 años de concesión del refugio a construir en la cercanía del Pomita 18. No podíamos rechazar su pedido. 

Jorge Belloni mostrando su refugio en construcción a Bernadette y Mamy.

El 27 de abril de 1995, Bernadette escribe: “El presidente Menem quiere ser reelegido. La campaña es abrumadora. Menem no aparece nunca, pero manda su ministro de economía a los debates televisivos. En el país hay huelgas, manifestaciones, salarios que no llegan, hospitales en situaciones deplorables, etc. Pero la campaña de Menem se basa sobre el miedo de perder la estabilidad económica, sin tratar el problema social”.  

En Villa La Angostura, esta noticia parecía venir de otro país y seguíamos nuestro movido tren de vida. Bernadette, entre todas sus tareas, hacía excelentes dulces y jaleas. Édouard espera con ansiedad su cumpleaños. Con el dinero que Mamy le regaló, compró un cambio de velocidad para su bicicleta y lo instaló. Progresa lentamente en la escuela con un mínimum de esfuerzo. Hélène y sus amigas organizaron una rifa para financiar su viaje de fin de curso de primarias. Paul y sus compañeros de secundario sufren las repetidas ausencias de sus profesores. El profesor particular de informática que nos había hecho comprar un programa de aprendizaje, nos avisó que no iba a poder seguir dando las clases. En esta época, había poca gente capacitada y Paul tuvo que seguir aprendiendo solo. 

Por mi parte, esperaba poder terminar la telesilla del Bosque. Nos faltaba colocar el cable y hacer el empalme que gracias a nuestras experiencias y aprendizajes podíamos ejecutar. 

El 29 de Mayo de 1995, Bernadette escribe: “¿Tendremos nieve este año? (No podíamos imaginar que iba a ser con el año 1985, la mejor temporada de esquí durante nuestros 30 años en el Cerro Bayo). Jean-Pierre está haciendo las conexiones eléctricas de la nueva telesilla, pero no sabemos si la compañía de electricidad nos dará la corriente. Nos siguen prometiendo, pero ¿para cuándo?

A pesar de las huelgas, manifestaciones sociales, los atrasos de pago de los salarios a los funcionarios públicos, etc., Menem ganó las elecciones. ¿Será para bien o para mal? Veremos. Nosotros seguíamos con nuestras actividades sin preocuparnos demasiado, quedando con el principio que si cada uno hace honestamente lo que le corresponde, tendríamos el mejor país del mundo.   

Bernadette cosiendo buzos para los chicos.

El invierno se acercaba, el 15 de Mayo el pueblo festejaba sus 63 años. Durante el festejo, Hélène y sus compañeros de clase hicieron una presentación de magia que fue un éxito, y que tuvieron que repetir en otros lugares.

Acto del día de los 63 años de Villa Angostura.

En la misma carta del 29 de Mayo de 1995: “No me puedo imaginar que voy a tener 45 años, qué responsabilidad… No sé lo que Hélène tiene previsto para el suyo. Este fin de semana le hice un vestido, que se quejaba de no tener”.

Lo que le hacía perder mucho tiempo, era el del taxi de los chicos con sus horarios de clases diferentes y nuestra caldera a leña que había que recargar cada dos horas, teniendo siempre leña seca a mano, lo que había que preparar durante los meses de verano. Todo un operativo que podía haber ocupado una persona, pero que hacíamos con la ayuda de los chicos.

En su carta del 29 de junio, leemos: “Hemos tenido temporales de nieve con baja temperatura seguido por calentamiento y para este fin de semana el satélite anuncia un nuevo temporal. (En 1995, recibir todos los días los pronósticos era un lujo que pagábamos a una Compañía de Estados Unidos, que lo mandaban por Fax. Eso nos ayudaba y ayudaba también el pueblo, porque cada mañana, todos pasaban a averiguar en el refugio de Jordi, el pronóstico de los tres próximos días). En el Cerro ya tenemos nieve suficiente para esquiar, pero poco público. La crisis se hace sentir en el país. Algunas Provincias andan malísimo: Manifestaciones populares con cacerolazos, falta de atenciones en los hospitales, paro de la  educación, los chicos perdiendo su año escolar, etc. Pero para el Presidente va todo bien y según él, julio será mejor todavía”.

El 2 de julio de 1995 Bernadette continúa su carta: “Las vacaciones de la Provincia de Neuquén empezarán el 8 de julio y la de Buenos Aires a partir del 21 de julio. Este fin de semana los chicos aprovecharon para esquiar. Había nieve suficiente para esquiar hasta la base. Para la inauguración de la temporada hace dos semanas, Hélène y una amiga tuvieron su foto en primera página del diario local.

Mucha nieve y pocos esquiadores para aprovecharla.
Paul en la base
Invierno 1995  
El T-BAR.
Estación motor de la telesilla del Bosque recién inaugurada.
Estación de retorno de la Telesilla del Bosque.

Había tanta nieve que nos costaba salir de casa. Por suerte Don Weisser, con las máquinas, mantenía abierto los 6 kilómetros de acceso, incluida la playa de estacionamiento para la cual tuvo que usar la topadora. La Provincia y el Municipio reconocieron  nuestra ayuda con bonos para combustible.

La playa de estacionamiento durante la temporada 1995.

La carta de Bernadette del 8 de agosto de 1995: “Hoy me toca  quedar en la montaña, todo está muy tranquilo. Volvió el sol, pero todavía no pude salir con el coche de casa. Desde que vivo en Villa La Angostura, es la primera vez que veo tanta nieve y jornadas tan frías. Todo el mundo piensa que para nosotros es formidable, pero no es así, porque la contra propaganda que nos hacen en Buenos Aires (ruta cortada por la nieve, con fotos de camiones atravesados en la ruta y de una oveja muerta, que muestran durante todo el invierno), desanima a la gente a arriesgarse. Los locutores hablan de la Patagonia en general, pero acá la ruta de Bariloche se encuentra perfectamente transitable. Y como en Bariloche, hay más de 20 cm de nieve en la ciudad, los estudiantes “Tirabolas” no necesitan venir hasta el Cerro Bayo para divertirse. (En general, son viajes de fin de curso para una juventud que no parece tener otro interés que salir de noche en boliches parecidos a los de cualquier ciudad, en lugar de descubrir, después de un largo y costoso viaje, lo que no tienen en sus ciudades, cuando podrían unir lo útil al recreativo con un programa enriquecedor).

Bernadette continúa su carta del 8 de agosto de 1995: “Los chicos aprovecharon de sus vacaciones. Por problemas de calefacción en la escuela, tuvieron una semana suplementaria.

La nueva Telesilla es un éxito muy apreciado por los esquiadores. Al principio de la temporada hubo problemas con los pisanieves, pero se solucionaron gracias a la energía de todos. Por suerte hay buen entendimiento y todos ayudan.

La llegada de los esquiadores en una hermosa mañana del invierno 1995.

Betty se encuentra en Chile y no puede volver. El paso a Chile estuvo cerrado durante 10 días por la nieve y ahora abrieron una sola vía. Un día el tránsito va a Chile y el día siguiente viene de Chile. Esperemos que por fin, Betty pueda volver.

No sé todavía cuando haremos un viaje en familia a Europa. Apenas  Jean-Pierre esté un poco más tranquilo hablaremos del tema. Los chicos esperan ansiosamente este proyecto”.

Betty no fue la única víctima de la nieve. Una noche, pocos días después de esta carta, el techo de nuestro aserradero se derrumbó bajo el peso de la nieve. Por suerte no había nadie a esa hora. Tuvimos que reconstruirlo totalmente. Fue un espléndido invierno con mucha nieve para los esquiadores pero demasiado para algunos techos.

Por suerte que no había nadie en el aserradero.

El 27 de septiembre de 1995, Bernadette escribe: “El trabajo en la montaña sigue con buen tiempo, pero con poca gente. También siguen las visitas. Ahora tenemos en casa Jean Zambeaux, francés de Bordeaux, que desea realizar algunas inversiones en la zona. Es muy entusiasta y aprecia nuestra región. Es un hombre que vivió mucho tiempo en el Vietnam, Cambodge, Laos y después de haber participado en la guerra de Indochina, harto de la política francesa, desea expatriarse”.

Jean Zambeaux en el sector principiante del Bayo.

Lo que tenía casi decidido, pero le faltaba todavía el acuerdo de su mujer que había quedado en Francia. Era un personaje muy especial, ferviente adepto de la política del candidato a la presidencia de Francia, Le Pen y no entendía como su país había llegado a una tal degradación de sus valores. Me seguía a todas partes como un perrito, olfateando alguna posible inversión en Villa La Angostura y ofreciéndose como posible socio de nuestra Sociedad Anónima Cerro Bayo. Lo que me asustaba considerando su carácter autoritario. Había hecho su fortuna en países asiáticos entre  comerciantes pícaros y a veces piratas. Permaneció un tiempo largo en Andalué. Muy reconocido de nuestra acogida a tal punto que nos prometió prestarnos su coche Mercedes para nuestro próximo viaje a Europa. Lo que aprovechamos como lo van a constatar más adelante. En el momento de su partida dejó, en nuestro libro de Andalué, un gentil agradecimiento, insistiendo que en ninguna parte, había estado tan bien recibido.

Jean Zambeaux no entró de socio financiero en el Cerro Bayo, lo que nos podría haber complicado la vida, pero le hicimos hacer un excelente negocio inmobiliario con la compra de un magnifico lote que vendió dos años después al triple del precio de compra. Seguramente que no había podido convencer su esposa de expatriarse a Argentina.

Continua Bernadette: “Hace dos semanas, acompañé a Jean Pierre y Jean Zambeaux a Chile, fuimos muy bien recibidos en el Centro de Antillanca, dónde los dos aprovecharon el buen tiempo para esquiar. Nos invitaron en la más linda habitación del hotel.

Bernadette y Jean Zambeaux en el Paso Samoré.
Bernadette y Jean Zambeaux en el Centro de Esquí Antillanca.

El día siguiente fuimos a Osorno, dónde por casualidad nos encontramos con Michel Van Ginderdeuren.

En estos días, Bariloche fue la sede de la quinta cumbre ibero-americana con la presencia del Rey de España y de Fidel Castro. Todos pronunciaron su discurso y firmaron un documento sobre la educación. Gastaron una fortuna, mientras los alumnos de Río Negro habían tenido solamente 16 días de clases durante el año por las huelgas de los profesores que no cobraban sus sueldos. Pero igualmente los chicos pasarán de grados. ¿No es trágico/cómico? Y el Presidente Menem sigue deambulando por el mundo, acompañado de su hija, como si todo anduviera bien.    

La Maman de Jean Pierre, llegará el 18 de noviembre y se quedará solamente una semana. A fin de noviembre tenemos previsto nuestro viaje en familia a Europa. Estamos estudiando el recorrido, los chicos se alegran del proyecto. Jean Pierre  y Paul saldrán antes a Bordeaux a recibir el coche Mercedes de Jean Zambeaux y nos encontraremos con ellos en Ginebra. Empezaremos por el Centro de Esquí Les Crosets, dónde esperamos encontrar nieve para esquiar.

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