Capítulo 41: Terminación de Telesilla Lenga, Viaje a Suiza e Importación de cañones de nieve y Primera Carrera en memoria de Chichi Irizar.

Durante el verano 2001/2002, no viajamos con la casa rodante. Paul, Hélène y Édouard trabajaron en el Cerro Bayo. Y en Febrero, Paul y Hélène viajaron a Suiza, recibidos como príncipes por nuestros numerosos amigos suizos, invitados a esquiar en los Centros “Les Crosets”, “Moléson” y “Haute Nendaz”. Después, en Bélgica se encontraban con Bernadette y Édouard para asistir al casamiento de su prima Gaëlle.

Durante ese mes de Febrero, mientras estaba solo en Villa La Angostura, tuve el placer de recibir la visita de mi amigo Charles Decorte (compañero de viaje en moto por las Américas). Charles vino a constatar mi locura de invertir tanto dinero y esfuerzos en una montaña. Charles como buen observador y ex constructor y ex gran navegante, me aportaba sus buenos consejos.

Michel, Charles, María, Miguel, Cecilia, Claudia y Solange.

A partir de ese principio de año del 2002, Juan Pablo Diaz, el esposo de mi ahijada Claudia, empezó a trabajar en la montaña. Dos de sus amigos nos confeccionaron una hermosa maqueta del Cerro, respetando con exactitud las curvas de niveles y colocando los edificios y medios de elevación. Un trabajo de dos meses que nos iba a ser muy útil para nuestros futuros proyectos.

El Centro de Esquí Cerro Bayo en miniatura.

Los cimientos de las estaciones de salida y de llegada así que de las torres de la telesilla Lenga se estaban realizando con precisión, según los planos que nos venían del Estudio Paul Glassey de Haute Nendaz. Constantemente verificaba con mi teodolito la exactitud de los trabajos. Era mejor esperar un año más para la inauguración de esta telesilla que equivocarse y volver a rehacer estos trabajos. La montaña había esperado millones de años este medio de elevación y un año más no importaba.

Paul manejando el malacate del teleférico de servicio para la construcción de la Telesilla Lenga.

A pesar que la nieve había llegado antes de lo previsto y que sabíamos que no íbamos a poder terminar el montaje de todas las torres antes del invierno, seguíamos colocando algunas, aprovechando el refugio de Raúl Marengo para ir a recuperar calorías.

Montaje de una torre de la Telesilla Lenga durante abril del 2002.

La temporada se anunciaba bien. El 11 de junio, Bernadette escribe: “La semana pasada nevó mucho y ahora hace frío de noche con lindos días. Esperemos que eso dure. El 15 abriremos la temporada. La gran incógnita es la crisis que se profundiza. Todas las mercaderías aumentan, principalmente la canasta familiar y los combustibles. Para darte una idea, Betty que trabaja con nosotros para mandar su salario de 500 pesos/mes, a sus hijas en Chile, antes de la crisis les mandaba 500 dólares cada mes, hoy son solamente 135 dólares.

Esta noche, a las 3:30 am, los argentinos juegan su tercer partido del mundial de football, si pierden serán eliminados del campeonato. El viernes, cuando perdieron contra Inglaterra, fue un verdadero duelo nacional. Durante los partidos, no había nadie en las calles, todo estaba paralizado, en las escuelas los directores habían colocado televisores y en todas partes la gente estaba frente a su pantalla. Cuando fui al Banco no me atendieron con mucha gana y la ruta de Bariloche era un peligro porque el maquinista que tenía que limpiar la nieve, también miraba el partido. Cuando perdieron fue terrible. De todas maneras, esta noche, estaremos durmiendo”.

El 15 de junio, la nieve estaba para la apertura de la temporada.

Lo que faltaba eran los clientes. No pensábamos que gracias a nuestra tarifa más económica que los demás Centros, la crisis iba a ser a favor nuestra. Los esquiadores aprovecharon nuestros precios y aparecieron en cantidad. 

Bernadette no podía faltar al casamiento de su ahijada, Anne-Sophie en Bélgica. En el mes de marzo, ya había reservado nuestros dos pasajes para el 28 de agosto. No podíamos salir antes y dejar todos los problemas a Jean-Marie. Después del casamiento en Bélgica salimos a Suiza. 

El 22 de Septiembre, de regreso a Villa La Angostura, Bernadette cuenta a Mamy nuestro paseo: “A nuestra llegada en tren a Lausanne alquilamos un auto y salimos a Villeneuve, donde nos encontramos con Claude y Renée en su chalet de vacaciones situado a solamente 3 km de su casa. ¿Para qué tener un segundo domicilio lejos, cuando uno vive en un lindo lugar?  Lo mismo que los Glassey que tienen su “Mayen” de sus ancestros que era el lugar de pastoreo intermedio entre el pueblo y la alta montaña durante los meses de primavera y otoño y que ahora ellos utilizan como segunda residencia a menos de 15 km de su domicilio.

Después de permanecer de fin de mayo hasta fin de junio en las estaciones intermediarias “Mayens”  los animales suben hasta los altos pastoreos de montaña.

Nos tenían preparado el departamento que facilitaron tantas veces a Jean-Pierre  y después partimos a Haute Nendaz a encontrarnos con Paul y Antoinette Glassey que vas a conocer el próximo verano. Pasamos todo el día con ellos y volvimos a Villeneuve. El viernes fuimos a Moléson-les-Gruyère donde nos esperaba Antoine Micheloud que nos invitó a subir en un funicular seguido de un impresionante teleférico hasta el restaurante de la cumbre del Cerro para comer una excelente fondue de queso al lado de un observatorio.

Una excelente fondue de queso de Gruyere.

En la tarde, Antoine nos hizo visitar su Centro, donde se encuentran varios juegos y ocupaciones para chicos y grandes, un museo sobre la Historia de Suiza y una demostración de fabricación de quesos en una antigua y típica granja del Cantón del Valais. Muchas buenas ideas que podríamos copiar para el Cerro Bayo. El joven suizo que hacia los quesos en vestido folklórico suizo, ayudado por su mujer brasilera, también en vestido suizo, estaba de acuerdo de venir al Cerro Bayo, durante nuestro verano a producir quesos con la condición que le entreguemos 60 litros de leche por día. Lo que era posible con las vacas de Antonio que dejábamos pastar sobre el faldeo a bajo de la telesilla. Pero, ¿quién las iba a ordeñar? 

Con el fabricante de queso y su mujer brasilera, después de haber comido una excelente fondue con Antoine.

Volviendo a Villeneuve, pasamos por Monthey a saludar Catherine Trombert casada con Gord Andereau, especialista en armado de medios de elevaciones que Jean Pierre pensaba invitar a venir dirigir el final del montaje de la Telesilla Lenga en Febrero. Lo que no fue posible. El sábado volvimos a Haute-Nendaz. Después del almuerzo tuvimos una reunión con nuestros socios, Paul y Antoinette, seguido de un paseo en el Valle del Rhône, en un lugar donde Paul había hecho el proyecto de una pasarela”.

Se trataba de la pasarela de Farinet en Saillon-Leytron, que forma parte de un paseo turístico que tiene mucho éxito por la historia original de Farinet, famoso falsificador de monedas que distribuía a los pobres que lo protegían de la policía. Fue un verdadero héroe para los habitantes del Valais. Una historia verdadera en una época que el pueblo no disponía del dinero que se encontraba solamente en mano de la clase privilegiada de los ricos comerciantes. 

Con Paul y Antoinette sobre la pasarela Farinet.

El domingo, después de haber sido invitado por François Glassey a subir en telecabina y teleférico hasta la cumbre del Montfort, fuimos invitados a comer una “Raclette” en el Mayen de la familia Glassey. Al final de la tarde nos encontrábamos en Les Crosets con Claude Borloz (hijo) y su mujer Erica así que su hermana, Nicole, casada con Bernard Borloz (hermano de Claude, son dos hermanos casados con dos hermanas). Nos invitaron a cenar en su “Alpaje” donde las dos hermanas acomodaron muy bien el lugar donde viven y atienden sus vacas durante el verano. Ellas no cambiarían estos días por ningún programa de vacaciones a pesar de los inconvenientes que eso provoca. Entre los cuales, los chicos tienen que levantarse a la 5:45 am para tomar el bus escolar de las 6:30 am y volver de la escuela a las 17:30 pm. 

El miércoles tomamos el avión. En Bariloche nos esperaban Paul, Édouard y Hélène. 

El sábado a la noche, festejábamos con una “Fondue” nuestros 25 años de casados, Hélène había hecho un delicioso “Lemon-pie”.  El domingo Paul tenía que volver a Córdoba y al mediodía Michel nos invitaba a un asado en honor de sus 58 años. Después de tantas invitaciones y buenos momentos con buenas comidas, era tiempo de volver al trabajo.

El 29 de octubre del 2002, Bernadette cuenta un grave deslizamiento de tierra que ocurrió en el camino de acceso al cerro: “A 1,5 km de la playa de estacionamiento tuvimos un derrumbe del camino. Llovió tanto que el agua hizo el desastre.

El pozo es de 10 metros de profundidad sobre 20 metros de ancho. El día del derrumbe, un bus de estudiantes había pasado, cuando se derrumbó el camino. Faltó poco para que aparezcamos en primera página de los diarios. Como había mucha gente en la montaña que no podían volver con sus vehículos, tuvimos que hacer un camino provisorio para contornar a pie el pozo, dejando  los vehículos en el estacionamiento, mientras venían taxis y buses a buscar esta multitud desesperada”.

Como lo escribía Bernadette, tuvimos mucha suerte.  Esta misma tarde, volviendo a la base del Cerro, seguía una camioneta precedida del bus con los estudiantes. Por suerte la camioneta frenó a tiempo para evitar su caída en el vacío. Seguramente que hacía tiempo que la alcantarilla, enterrada abajo del camino se encontraba obstruida y que el agua erosionaba la tierra en sus alrededores. Cuando pasó el bus, tenía que haber quedado una capa muy delgada de tierra que se rompió en su pasada. Nos dimos cuenta que teníamos que verificar regularmente el buen funcionamiento de todas las alcantarillas del camino.

La temporada invernal 2002 había sido una buena temporada y sus beneficios iban a ser reinvertidos. Teníamos que terminar la instalación de la telesilla Lenga y mientras desaparecía la nieve en la parte alta de la montaña, decidimos construir en la base una enfermería con garaje para la ambulancia. También construimos un dique con sus cañerías y un tanque para alimentación de la base y futuros cañones de nieve.

La Sala de Primeros Auxilios con su garaje para la ambulancia.
Nuestro futuro ingeniero Paul dirigiendo la construcción del dique.

Para entusiasmar a los turistas a conocer nuestro museo (para lo cual había que tomar la telesilla) colocamos a la entrada nuestro antiguo tractor Landini  de 1930, nadie creía que funcionaba.

Una linda antigüedad en perfecto estado.

Entre las numerosas adquisiciones suizas estaba la grúa hidráulica que nuestro meticuloso mecánico “Kitino” colocó sobre nuestro viejo camión Magirus-Deutz de 1956, lo que nos cambió la vida. Creo que fue el primer camión grúa de Villa La Angostura.  

Su primer trabajo en el Cerro Bayo, fue de desarmar el Telesquí Poma, que ya no se usaba por ser reemplazado a partir del año 1990 por la Telesilla Principal.

Otra buena adquisición de Suiza, fue nuestro malacate Wyssen, tan útil para la ejecución de los montajes. 

El jefe de patrulla, Raúl Elgueta, manejando el malacate.
El desarme del Poma con la grúa hidráulica.

El gran Telesquí Poma que había sido financiado en 1980, en su mayor parte por el Club Cumelén fue vendido al  Centro de Esquí “Las Leñas”, lo que permitió a Cumelén recuperar una buena parte del saldo que le debía todavía la Asociación Cerro Bayo. Lo cómico era que en nuestras reuniones de Centros de Esquí, los dirigentes de “Las Leñas” nos criticaban la antigüedad de nuestros medios de elevaciones y ahora, ellos nos venían a comprar en 2003 nuestro Poma modelo 1980. 

Cumelén con buen sentido común usó el dinero para construir su Refugio al borde de la pista 18, con su excelente vista sobre el Nahuel Huapi y la Cordillera.

La pista 18,  con el Refugio Cumelén en el centro.

Además de atender a nuestros visitantes y a nuestras construcciones, los fines de semana se organizaban eventos deportivos, carreras pedestres, bajadas en bicicletas, competencias motociclistas, concursos de barriletes, etc. Sin contar también las visitas oficiales de políticos y otros. El tiempo no alcanzaba y lo increíble era cuando nos preguntaban: ¿que hacíamos fuera del invierno?  

El 8 de noviembre de 2002, nuestra campeona de Triatlón (Chichi Irizar, la hermana de Pablo, nuestro yerno) falleció en un terrible accidente de bus. Estaba volviendo con sus dos compañeros de equipo de la Provincia de Misiones, donde habían ganado la última carrera del año, consagrándose Campeones Nacionales. Es así que en diciembre de ese año 2002 se organizó, en su memoria, la primera carrera pedestre, que desde entonces se repite cada año con más participantes de todas las edades en cada categoría. 

La primera carrera en diciembre 2002, en memoria de Chichi.

Y llegábamos a fin del año 2002 con las vacaciones y nuestras  reuniones familiares para las cuales Bernadette había llenado de flores la casa. Sin olvidar la presencia de Mamy.  

A principio del año 2003, tenemos la agradable sorpresa de recibir Henri-Jean Pollet (hijo mayor de mi prima Claire) con su mujer Ida, acompañada por su madre, su hermano y cuñada.

Henri-Jean, Ida y familia en Los Tres Mosqueteros.

Como no quedaba lugar para alojarlos en Andalué, se alojaron en el refugio base del Cerro Bayo. Durante su estadía, tuvieron una desgracia, cuando en la mañana, la chimenea del refugio prendió fuego, provocando rápidamente el incendio del edificio de madera. Por suerte, los bomberos llegaron a tiempo para apagar el fuego. Henri-Jean pudo salvar la mayor parte de las ropas de su familia que Bernadette puso varias veces en su lavarropas para hacer desaparecer los olores de humo. Fue una suerte que eso ocurrió de día y que hubo más emociones que desastres.

Durante estos días de vacaciones para muchos, en el Cerro, no podíamos perder un solo día para inaugurar la telesilla Lenga antes del invierno. 

Pedro Alveal, Édouard y Paul en el montaje de la TS Lenga.
Terminación de la Estación de Salida “Lenga”.
Montaje de las torres de la Telesilla Lenga.

Los fines de semana, para cambiar de actividad, acompañábamos a Édouard en sus competencias de motocross donde hacía sus inicios con excelentes resultados.

Édouard listo para largar en el circuito de Bariloche.
En el Balcón del Bayo con Jacques (Hno de Bernadette).
En Andalué: Mirta, Jacques, Bernadette, Édouard, Nicolás, Pamela, Gilda, amiga de Hélène, Jean-Marie, Kitino (nuestro amigo mecánico) y Mamy. 

Durante marzo del 2003, salí para Suiza para comprar dos cañones para producir nieve artificial, con sus caños y accesorios.

La foto muestra estos impresionantes cañones conseguidos a precio de amigo, en la empresa de Albert Glassey, Hermano de Paul Glassey. 

En el Centro Les Crosets, me aconsejaron llevar un “Baby lift” para la enseñanza del esquí. Claude Borloz que aparece en la foto, en segundo lugar a partir de la derecha, me lo llevó a Monthey con un lote de esquíes y botas de Germain, siempre contento de deshacerse de sus equipos de alquileres después del invierno.  

El 15 de junio del 2003, Bernadette escribe: “Normalmente, en esta época tendríamos que tener nieve, pero este año, recién empiezan las lluvias con muy poca nieve en las cumbres. Por otra parte, esta situación viene bien a Jean Pierre que le permite terminar las numerosas novedades para esta próxima temporada. Las compras que hizo en Suiza llegaron hace ya un mes. Tuvimos muchos problemas en Buenos Aires y ahora en Bariloche. El viernes, tenían que haber salido las cosas, pero el sistema informático de la aduana no funcionaba y lunes es feriado, veremos ¿Qué pasará el martes? Tuvimos noches heladas durante las cuales hubiéramos probado los cañones de nieve, pero paciencia es lo único que nos queda”.

Otra vez, habíamos cometido el error de entrar el contenedor por Buenos Aires donde los inspectores nos pedían una coima para entregarnos el permiso de tránsito hasta la aduana de Bariloche. Como en ese momento, el Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, recientemente elegido, pronunciaba grandes discursos, en los cuales explicaba que durante su mandato, no iba a permitir ninguna corrupción, Juan Pablo (el marido de mi ahijada) que se encontraba en Buenos Aires para acelerar el trámite de tránsito del contenedor, decidió solicitar una entrevista con el vicepresidente, Daniel Scioli que conocíamos de la época, cuando era Ministro de Turismo y pedirle su intervención. Habíamos tenido varias reuniones con él y los demás Centros de Esquí, en las cuales el tema principal era el de las importaciones de las cosas que no se producían en el país. Scioli escuchó a Juan Pablo y llamó al jefe de la Aduana para que  reciba lo antes posible a Juan Pablo. El “Gran Jefe” de la Aduana lo escuchó con atención y le dijo que era inadmisible y que iba a mandar otros inspectores. Juan Pablo tuvo que esperar una semana para reencontrarse con los mismos inspectores, furiosos porque estaban obligados de permitir el tránsito, pero obligaron a los inspectores de Bariloche un control  estricto. También venia un parabrisas para pisanieve con su factura de compra, pero el vendedor me había aconsejado colocar encima un pedazo de plástico transparente de 50 x 50cm de protección. Y me había regalado una muestra que en realidad no tenía ningún valor económico. A pesar que yo insistía que eso no tenía valor y se los dejaba, ellos insistían que no figuraba en las facturas, que era un acta fraudulenta y avisaron sus colegas en Buenos Aires que exigieron que toda la mercadería sea retenida en la aduana hasta que el “problema” sea solucionado. Además del “problema”, tuvimos que pagar los gastos de depósito. Sin duda que hubiera salido más económico negociar la coima en Buenos Aires. La moraleja de esta historia es que es más fácil desplazar una montaña que cambiar los usos y costumbres. 

En su misma carta del 15 de junio, Bernadette cuenta: El mes de mayo, fui a Córdoba durante una semana, Paul tiene mucho trabajo en la Universidad y obtuvo buenas notas en sus exámenes. En invierno, tomará tres semanas de vacaciones que aprovechará al máximum, visto que el año próximo no sabe todavía donde estará. Sería fantástico que a los 23 años termine sus estudios. Hélène sigue muy contenta en Bariloche, además de sus estudios,  sigue su entrenamiento de natación tres veces por semana y va a un gimnasio. La semana pasada en el honor de sus 20 años le llevé un lindo ramo de claveles blanco y rojo y el domingo Édouard y Juan Pablo le prepararon un asado en el cual  reunimos las dos familias. Era muy simpático. Ella sigue entusiasmada con su viaje a Andorra y pudo convencer a su amiga Rebecca de acompañarla. Así que serán tres. Le estoy tejiendo un sweater con cuello alto. Édouard tuvo un buen boletín de primer bimestre. Es la primera vez que eso le ocurre. Nunca hay que perder la esperanza. Ahora, está esperando el conductor de pisanieve de Suiza, con quien quiere aprender a manejar y hacer el mantenimiento de las máquinas. Muchas veces, en los bomberos tiene que hacer mecánica y es muy hábil para eso. Por mi parte, estoy obligada de seguir mi pequeño mundo. Por fin encontré el tiempo de coser las cortinas de mi nueva oficina y ayer, Jean Pierre me trajo el nuevo mueble de oficina.

Junio 2003, la Telesilla Lenga, lista para su inauguración

Comentarios

  1. La obra del cerro Bayo es titánica ! pero lo que más me gustó de este relato es el gesto del fondue y el lemon pie por parte de Helene.

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  2. Realmente que dificil es llevar a cabo semejante obra en esas alturas!

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  3. ce soir lecture des épisodes 41 à 47
    je suis fatigué ... des efforts continus que vous faites tout en restant souriants et de bonne humeur.
    oui, mon cher beau-frère, pour qui j'ai tant de respect, ce projet de Cerro Bayo fut une grande expérience familiale, un exemple de foi en la vie et une satisfaction pour sa réalisation et peut-être plus encore une joie d'avoir rencontré autant de personnes qui t'accompagnaient dans ce projet. Bravo encore
    et bien sympa de revoir les photos de 2003, inoubliable ces moments chez vous.

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